Querer eliminar la grasa abdominal de manera inmediata solo te lleva a elegir la cirugía corporal como única y principal opción, sin embargo, no todos consienten la idea de entrar a un quirófano y ser anestesiado.

Frente a ello, ¿hay otras alternativas menos invasivas? Totalmente. Los tratamientos reductores no quirúrgicos existen y son recomendados a personas que le tengan pavor a las agujas y a las incisiones.

Pero, ¿qué tan efectivo es uno sobre otro? Ambos tienen sus pro y contras y conllevan los últimos avances para otorgar los mejores resultados. No obstante, es importante que la alimentación y el deporte vayan de la mano para mantener lo obtenido.

¿Cómo se compara con la liposucción regular?

¿Cómo se compara con la liposucción regular?

Los tratamientos reductores también denominados como liposucción «no quirúrgica», pero en el acto, no lleva el mismo procedimiento que una cirugía corporal. La liposucción tradicional es un procedimiento quirúrgico que implica pequeñas incisiones en las que se inserta una cánula en un área adiposa. Luego, la grasa es «succionada», lo que resulta en la reducción permanente de esas células grasas.

La liposucción se puede utilizar en áreas grandes donde hay depósitos de grasa importantes y puede ser eficaz después de un solo procedimiento. Dado que la liposucción es una cirugía, existe un tiempo de recuperación con hinchazón, dolor y riesgo de infección.

La liposucción no quirúrgica puede ser uno de varios procedimientos que utilizan enfriamiento u ondas sonoras para «destruir» las células grasas que serán eliminadas del cuerpo como productos metabólicos. La liposucción no quirúrgica generalmente tiene un tiempo de recuperación menor o nulo que la liposucción quirúrgica, pero no es eficaz en grandes áreas de grasa.

Su uso debe limitarse a áreas pequeñas y rebeldes que quedan después de una dieta adecuada y programa de ejercicio o en pacientes que no puedan someterse a una cirugía. Para que sea completamente eficaz, es posible que se requieran de varias sesiones.

Tratamientos reductores para eliminar grasa abdominal

e una nueva vida sana para acelerarlo. La ventaja que tiene el tratamiento sobre la cirugía es que no es invasivo y no te restringe de tus actividades cotidianas. ¿Cuáles son los mejores tratamientos reductores para la grasa?

Ultracavitación: este tratamiento reductor emplea el uso del ultrasonido para romper los adipocitos o eliminar la grasa abdominal por el exterior de la epidermis. Su procedimiento cumple con el objetivo de liberar los tejidos grasos a través de la sangre recorriendo las arterias y las venas. Finalmente, estas sustancias son expulsadas del cuerpo a través de la propia orina del paciente.

Criolipólisis: la eliminación de grasa a través de este tratamiento consiste en colocar un dispositivo de enfriamiento en la zona a tratar para su congelamiento. Al ser congelada la grasa, progresivamente se matan las células y se echan a perder por el sistema linfático como cualquier otro deshecho dentro del organismo. Su efectividad no es inmediata pero se evidencian cambios en la primera sesión.

Radiofrecuencia: este dispositivo tecnológico estimula el drenaje de líquidos, toxinas y grasas del cuerpo. De esta manera se reduce la flacidez, la celulitis y se otorga una firmeza en la zona donde se trató la eliminación de grasa. Su tratamiento también requiere de varias sesiones para eliminar la grasa  y puede ser colocado en varias zonas del cuerpo.

Gimnasia pasiva: también llamada como terapia de electroestimulación. Este tratamiento se aplica a través de ondas rusas y contribuye a la eliminación de grasa abdominal u otras áreas del cuerpo. Su aplicación llega a las terminaciones nerviosas neuromusculares para lograr contraer rítmicamente el músculo y así eliminar la retención de líquidos.

Pros y contras de los tratamientos reductores

Pros y contras de los tratamientos reductores

Pros:

La reducción de grasa no quirúrgica es justo lo que dice, no quirúrgica. No se realiza incisiones, lo que significa un procedimiento no invasivo que requiere menos tiempo de recuperación, menos hinchazón y dolor. También, una probabilidad muy reducida de complicaciones posteriores al procedimiento como una infección. Por lo general, no requiere mucha preparación previa al procedimiento y, a menudo, se puede realizar durante el día con un rápido regreso a las actividades normales.

Contras: 

La reducción de grasa real se lleva a cabo en el transcurso de semanas o meses y pueden ser necesarios varias sesiones. Debido a que la liposucción no quirúrgica es un tratamiento externo, puede ser más difícil apuntar a la grasa en cuestión. Es posible que el cirujano no pueda tratar de manera óptima la grasa en áreas difíciles o en pacientes con una gran cantidad de tejido cicatricial.

La focalización también puede ser complicada, ya que el médico no puede «ver» inmediatamente dónde la destrucción de grasa ha sido efectiva y debe esperar períodos de tratamiento adicionales para refinar los efectos. La reducción de grasa no quirúrgica no produce resultados inmediatos y no es eficaz en personas que necesitan eliminar grandes secciones de grasa.

Eficacia de todo tratamiento reductor

La liposucción no invasiva, bajo la guía de un experto, es altamente efectiva, precisa y puede usarse en una variedad de condiciones. Los procedimientos asistidos por ultrasonido más nuevos han permitido ser altamente precisos en la reducción de grasa con un mínimo de complicaciones posquirúrgicas. En general, la liposucción se considera mucho más efectiva, pero la reducción de grasa por tratamientos puede ser una buena alternativa para quienes simplemente necesitan un poco de ayuda adicional para eliminar la grasa abdominal o de cualquier otra área.

Entonces, sí, la reducción de grasa no quirúrgica funciona para el paciente adecuado, pero no se compara con la liposucción tradicional. Las alternativas no invasivas a la reducción de grasa, por supuesto, brindan resultados limitados, por lo que es importante discutir con su especialista cuáles serán los verdaderos cambios en el contorno corporal, en contraposición a las expectativas que nos brindan algunas publicidades engañosas. ¡Elige una buena clínica! ¡Elige un buen especialista!

 

 

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