¿Si te contáramos que alguien recibe una mala praxis de Rinoplastia, no una, sino dos veces, por el mismo cirujano plástico, nos creerías? Así pasó con Carmen, una paciente que llegó al consultorio nuestro hace algunos meses buscando una última esperanza para transformar una nariz totalmente destruida realizada en otra clínica con mala praxis. Por ello, ella tuvo que realizarse una Rinoplastia terciaria.
La nariz ya no tenía aspecto de ella como tal, lo que perjudicó la propia apariencia de Carmen y su seguridad que tenía frente a los demás. Día y noche no se podía concentrar en algo porque lo único que tenía su atención era su rostro. Lo que ella soñó con una mejora estética de su nariz, se convirtió en toda una pesadilla por años.
«La nariz estaba tan destruida interna y externamente que se requería injertos de otras zonas del cuerpo», es lo que manifestó el Dr. Edwin Vásquez el preguntarle sobre el tema. «Es uno de los casos más fuertes que hemos podido ver», agregó. En este caso, luego de una evaluación exhaustiva y brindarle un diagnóstico a la paciente, se pudo determinar que se podía realizar una Rinoplastia terciaria para poder solucionar el aspecto de la nariz.
El daño causado al cuerpo y la mente
Sin embargo, el daño no solo se quedó en el físico como mencionamos, la mala praxis y el verse todos los días y que no le guste lo que ve hicieron que Carmen entre a un episodio muy triste en su vida. Por ello, el daño no solo fue causado físicamente, también a nivel emocional.
Cuando Carmen decidió realizarse una Rinoplastia por primera vez, no imaginó que sería el inicio de un camino doloroso hacia la esperanza. Primero, el cirujano plástico que le realizó esa cirugía plástica primaria, lo realizó mal. Carmen, al notarlo, se lo comentó y exigió al cirujano que revirtiera esos resultados. A lo cual accedió. Y aunque pareciera que todo acabaría ahí, no fue así.
Lamentablemente, la segunda operación que le realizaron a Carmen tampoco obtuvo los resultados que se esperaban. En ese momento la estabilidad emocional de ella estuvo muy dañada, viéndose, con dolor, que otra vez esa cirugía plástica había salido mal y fue porque no acudió con especialistas con mucha experiencia desde el principio.
Preparación de la cirugía plástica
«Sra. Carmen, vamos a practicarle una delicada, pero necesaria Rinoplastia terciaria. Luego de ello, podrá obtener la nariz que tanto deseó». Esas palabras fueron músicas y armonía para el oído de Carmen. Sin embargo, la paciente no podía evitar sentir miedo, pues ya había tenido dos experiencias desagradables en el anterior cirujano plástico en el cual había confiado tanto.
Días antes de la operación con el Dr. Edwin Vásquez se le pidió la realización de exámenes para poder tener la seguridad garantizada en la operación. En ello no había problema. Había salido todo bien. Sin embargo, en el mismo día de la operación, a raíz de las primeras experiencias desagradables y algo traumáticas para Carmen, no se pudo realizar, pues su presión arterial no estaba en un rango normal.
Como comentamos arriba, había un daño emocional aparte de lo físico. Sin embargo, luego de reprogramar la cirugía plástica, se logró estabilizar a la paciente y comenzó todo el procedimiento.
Para casos así, se solicita y necesita la ayuda de otros profesionales de la salud, pues es delicado intervenir la nariz de una persona por tercera vez. Pero se logró. Incluso con Carmen se necesitó retirar cartílago desde la zona de la costilla como donación para restaurar el cartílago que estaba destruido por la mala praxis de otra clínica y cirujano plástico.
Luego de varias horas de intervención, la paciente se pudo ir a su domicilio y luego de semanas, poco a poco, pudo ver los resultados victoriosos de su nueva nariz. Acontecimiento que hasta la actualidad está totalmente agradecida, pues el Dr. Edwin Vásquez pudo restaurar algo que otros realizaron mal.
Compartiendo su historia
Compartimos la historia de nuestra paciente, pues así como ella puede existir varias personas que aún están en el anonimato o que se quedan resignadas con el mal resultado de su cirugía plástica. Que esta historia sea motivo para averiguar conscientemente a la clínica y al cirujano plástico. De esta manera, puedes obtener el mejor resultado sin necesidad de pasar por más de una intervención.
Que no te pase lo mismo
Jamás permitas que un evento similar suceda en tu vida, menos arriesgando tu salud e integridad. Carmen felizmente tuvo su final feliz gracias a una Rinoplastia terciaria, pero lamentablemente no todos los casos pueden tener los resultados deseados luego de haber pasado por una o dos malas praxis. Si quieres evitar ello, lo principal siempre es orientarte y acudir con el mejor en Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva.
Para obtener lo mejor, sea en el ámbito que sea, es recomendable que vaya al mejor, sobre todo cuando se trate de su salud. Un primer gran filtro para ello es acudiendo a una consulta con el cirujano plástico. Ahí podrá ser evaluado correctamente y de acuerdo a ello podrá saber cuál es el mejor procedimiento para su caso. Además, en la primera consulta con el cirujano plástico podrás notar la clase de profesional que es. Entre los puntos a considerar están la experiencia, habilidades, conocimientos, actividad actual en el mundo de la cirugía plástica, entre otros.
Nuestro cirujano plástico, el Dr. Edwin Vásquez, quien tiene más de 25 años de experiencia, pudo ayudar, con todos sus conocimientos y habilidades, a Carmen, quien anteriormente habían dañado grandemente con malas praxis de Rinoplastia.
Agenda una cita con él y obtén los mejores resultados de tu cirugía plástica, además de permanecer seguro en todo el procedimiento, pues es un especialista con una reputación intachable, lo cual es respaldado por los miles de pacientes que ha atendido a lo largo de toda su trayectoria. De la misma forma, con los reconocimientos que ha tenido, como el de mejor cirujano plástico en el Perú, por Smart Beauty Guide, una prestigiosa revista internacional, refuerza ser la mejor opción para la cirugía plástica en la cual estés interesada.