Rinoplastia ultrasónica. La denominada rinoplastia ultrasónica viene siendo promocionada intensamente casi como la solución mágica a la mayoría de los inconvenientes y dificultades de la rinoplastia, que son asociadas a la fractura de los huesos nasales.

Ofrecen una recuperación más rápida, con menos intercurrencias y complicaciones, llegando incluso a prometer resultados superiores.

Sin embargo las ventajas que puede ofrecer esta herramienta ultrasónica, como serían una mayor precisión y menos trauma durante la fractura y remodelación de los huesos nasales también conlleva sus propios problemas, riesgos y complicaciones.

Por ejemplo, el empleo de este osteótomo ultrasónico (piezótomo), requiere un despegamiento mucho más amplio de los tejidos blandos que recubren los huesos. Lo cual no solo incrementa el hinchazón sino que le quita estabilidad a los huesos nasales pudiendo ocasionar el colapso de los mismos, entre otros problemas.

El uso de esta herramienta ultrasónica está restringida al manejo de los huesos nasales y puede facilitar la cirugía. Ósea siempre que el cirujano tenga mucha experiencia en rinoplastía, no es una tecnología para inexpertos.

Rinoplastia ultrasónica y sus etapas quirúrgicas

La rinoplastia está compuesta por múltiples etapas quirúrgicas, todas importantes y la osteotomía (manejo de los huesos). Es apenas una de ellas y para ello en lugar del osteótomo ultrasónico, durante décadas se vienen utilizando con éxito. Muchos instrumentos cada vez más sofisticados, la prueba de ello son los impresionantes resultados estéticos y funcionales que se pueden conseguir con el dominio de las técnicas de rinoplastia.

Podemos afirmar que la rinoplastia es una cirugía mucho más compleja y completa que apenas el manejo adecuado de los huesos nasales. Y que esto no depende del empleo de determinada herramienta, como puede ser el piezotomo u otro cualquiera. Sino de la mano experta que dirige la herramienta.

Por tanto, los resultados estéticos y funcionales de una rinoplastia dependen del dominio de todas las fases de la técnica. Es decir del manejo de las estructuras duras y blandas, de los músculos y ligamentos nasales, así como de la piel y la mucosa nasal.

En resumen, el éxito, la seguridad, y la buena evolución de la rinoplastia estética no dependen del instrumento ultrasónico, ni de ninguna otra tecnología. Sino de la maestría del Cirujano Plástico, de su experiencia, conocimiento y actualización en las diversas técnicas de rinoplastia, de su destreza, sentido artístico. Sobre todo de su compromiso con dar lo mejor de sí en beneficio del paciente.

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