Artículo Informativo
Hoy en día, es imposible negar que las redes sociales han transformado la forma en que percibimos nuestra imagen. La constante exposición a fotos y videos ha modificado no solo la manera en que interactuamos, sino también cómo nos vemos a nosotros mismos frente a la cámara. En especial, las selfies se han convertido en un espejo digital que resalta cada rasgo del rostro, incluido el mentón.
De hecho, esta tendencia ha tenido un impacto directo en la cirugía estética. Según diversos estudios, los selfies han impulsado la mentoplastia en mujeres, incrementando la demanda de este procedimiento en los últimos años. Plataformas como Instagram, Facebook y WhatsApp han llevado a muchas mujeres a buscar un perfil facial más armónico y definido, motivadas por el deseo de lucir mejor en fotografías y videos.
En los últimos dos años, la mentoplastia o cirugía de mentón ha experimentado un crecimiento del 17%, consolidándose como una de las intervenciones más solicitadas. Y aunque también hay hombres que recurren a ella, son las mujeres quienes lideran esta tendencia. La razón principal es la insatisfacción con el perfil facial que se observa en las selfies, lo que ha impulsado a muchas a mejorar la proyección y el equilibrio de su rostro.
Según datos de la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial de Cabeza y Cuello (SECOM CyC), el aumento de la mentoplastia entre las mujeres responde a una combinación de factores: la influencia de las redes sociales, los estándares de belleza actuales y la accesibilidad a procedimientos estéticos seguros y efectivos.
Todo sobre las selfies que han impulsado la mentoplastia en mujeres
Mentón, nariz o cuello: Las zonas más buscadas para salir bien en los selfies

Los selfies han impulsado la mentoplastia en mujeres, pero también han incrementado la demanda de cirugías en otras zonas del rostro como la nariz y el cuello. Según la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial de Cabeza y Cuello (SECOM CyC), esta tendencia responde a múltiples factores estéticos y sociales, en gran parte influenciados por la exposición constante a las cámaras y redes sociales.
La influencia de los selfies y la generación millennial
Un informe reciente de la Academia Americana de Cirugía Plástica Facial y Reconstructiva (AAFPRS) reveló que la principal motivación de la generación millennial para someterse a cirugías faciales es la insatisfacción con su apariencia en fotografías tipo selfie.
Esta preocupación estética ha llevado a muchas mujeres a optar por procedimientos de mentoplastia, rinoplastia o lifting de cuello, buscando un perfil más equilibrado y fotogénico.
Cambios hormonales y envejecimiento facial
Además de la influencia de los selfies, otro grupo que recurre con frecuencia a la mentoplastia son las mujeres en etapa de menopausia. En este caso, la disminución de estrógenos provoca una pérdida progresiva de firmeza y densidad ósea, especialmente en la parte inferior del rostro.
De acuerdo con la SECOM CyC, la piel femenina envejece más rápido que la masculina debido a estos cambios hormonales, lo que se traduce en una mayor flacidez y pérdida de definición en el contorno mandibular.
Un dato relevante sobre el envejecimiento facial
Los estudios señalan que antes de los 50 años, tanto hombres como mujeres mantienen una estructura facial relativamente estable. Sin embargo, después de esa edad, el proceso de reabsorción ósea en la mandíbula afecta con mayor intensidad a las mujeres posmenopáusicas, generando un rostro más envejecido y con menos soporte estructural.
Por ello, la mentoplastia se ha convertido no solo en una tendencia estética impulsada por las redes sociales, sino también en una solución eficaz para contrarrestar los efectos del envejecimiento facial, devolviendo equilibrio y juventud al perfil.
Las teorías sobre la aparición del mentón

A lo largo del tiempo, diversas teorías científicas han intentado explicar el origen del mentón humano. Aunque todavía no existe un consenso absoluto, los especialistas coinciden en que el mentón representa una de las características anatómicas más distintivas del ser humano moderno.
El mentón: una característica única del Homo sapiens
Según numerosos estudios antropológicos, el mentón es un rasgo exclusivo del Homo sapiens. Ningún otro homínido, incluyendo al neandertal, presentaba una proyección tan definida en la parte inferior de la mandíbula.
Este rasgo, conocido como autopomorfía, permite diferenciar con claridad los fósiles de los sapiens respecto a otras especies humanas antiguas. En otras palabras, el mentón fue una innovación evolutiva, probablemente asociada a cambios en la estructura facial y el lenguaje.
Influencia de la alimentación en la evolución del mentón
Otra hipótesis plantea que la forma de alimentación ha tenido un papel importante en el desarrollo del mentón. Con el paso del tiempo, el ser humano adoptó una dieta más blanda y procesada, lo que redujo la necesidad de una masticación intensa.
Esto provocó que los dientes y la mandíbula se hicieran más pequeños, modificando la estructura facial sin alterar la posición del mentón. Según la teoría genética ósea, este cambio sería un simple resultado de la adaptación evolutiva a nuevos hábitos alimenticios.
La teoría de la atracción sexual
Finalmente, una de las teorías más curiosas es la de la selección sexual. Según esta idea, el mentón influye en la percepción de atractivo facial. En general, los hombres presentan un mentón más ancho y cuadrado, asociado con rasgos de fuerza y dominancia, mientras que las mujeres suelen tener un mentón más pequeño y delicado, percibido como un signo de feminidad y fertilidad.
Esta diferencia ha llevado a que, incluso en la actualidad, la forma del mentón sea un factor clave en la armonía facial. No es casual que los selfies hayan impulsado la mentoplastia en mujeres, ya que el mentón continúa siendo un símbolo estético que influye en la percepción de belleza, equilibrio y juventud.













